La lluvia dejó su huella... Pequeñas gotas de entusiasmo, emoción y
sueños perlaron el alma de todos cuantos vivimos esos instantes
maravillosos. Risas, ilusiones compartidas y cuentos que despertaron
valores nuevos y esperanzas en un mundo mejor...
No sé si los niños
disfrutaron tanto como nosotros. O si ellos tienen tanta necesidad de
renovar sus votos con la alegría y la confianza en el futuro... Pero en
ésto, la buena gente de Txirula Kultur Taldea nos contagió. Su energía,
su compromiso social y su implicación por el desarrollo del barrio, y
la calidez con que nos acogieron a todos, hicieron ruborizar a un sol
que, finalmente, se animó a celebrar con nosotros un día inolvidable.
¡Nuevos amigos más allá de cualquier frontera!
Un besazo a todos Laura Ruiz
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